Desde hace más de 4 décadas que el enfoque de género
ha sido tomado en cuenta en los proyectos de desarrollo, debido a que las
mujeres comenzaron a comprender la importancia de su aporte al desarrollo. Asimismo,
las mujeres llegan a entender su
exclusión y marginación de este proceso. Es por cuanto que cualquier actividad,
proyecto, programa, política o estrategia de desarrollo necesita de las mujeres,
así como también de los hombres para alcanzar su máximo impacto.
Los análisis de género sirven para diagnosticar las
relaciones de género y para
deducir las interrelaciones específicas de género con respecto a una situación claramente definida en un país/región y un sector (problema central). Con la ayuda de este análisis se pueden identificar los problemas concretos, los objetivos esperados y los potenciales de mujeres y hombres. Partiendo del análisis efectuado, éste proporciona recomendaciones para la integración de la perspectiva de género en el enfoque metodológico y el sistema de objetivos. De este modo, permite hacer ya en la fase de planificación una afirmación fundada acerca de cómo podrá contribuir la medida a promover la equidad de género. Por lo tanto, contribuye de manera directa a la transversalización del enfoque de género en la práctica (GIZ, 2013, p.
6) .
deducir las interrelaciones específicas de género con respecto a una situación claramente definida en un país/región y un sector (problema central). Con la ayuda de este análisis se pueden identificar los problemas concretos, los objetivos esperados y los potenciales de mujeres y hombres. Partiendo del análisis efectuado, éste proporciona recomendaciones para la integración de la perspectiva de género en el enfoque metodológico y el sistema de objetivos. De este modo, permite hacer ya en la fase de planificación una afirmación fundada acerca de cómo podrá contribuir la medida a promover la equidad de género. Por lo tanto, contribuye de manera directa a la transversalización del enfoque de género en la práctica
Los resultados del análisis de género permiten
formular un sistema de objetivos y un enfoque metodológico con sensibilidad de
género. Estos elementos son fundamentales para tener en cuenta en igual medida
las necesidades de los hombres y las mujeres en los proyectos y programas y
para que los sistemas de seguimiento registren los cambios relevantes que se
produzcan. El análisis de género aporta, por lo tanto, recomendaciones para el sistema
de objetivos y el enfoque metodológico del proyecto o programa (GIZ, 2013, p.
6) .
Operar bajo una óptica de género supone un
proceso complejo basado en el aprendizaje de nuevas formar de ‘pensar’ para,
a partir de ahí, ‘hacer aplicable’ lo aprendido a cada contexto e intervención
concreta. Incorporar la perspectiva de género en una organización o proyecto,
además de nuevos esquemas de pensamiento, va a requerir también del diseño de un plan estratégico adaptado a
sus características y a sus necesidades. Lo que supone, inexorablemente, contar
con recursos específicos –humanos,
materiales y temporales- así como con asesoría especializada en políticas de
igualdad y género (personas expertas/equipos internos, así como asesorías
externas). Unos recursos que van a depender, en definitiva, del compromiso político de las
organizaciones así como su disponibilidad
operativa y funcional para el cambio (KIDEITU, 2007, p. 27) .
Es por cuanto deben reconocerse las relaciones entre
mujeres y hombres en los diferentes ámbitos del desarrollo para poder plantear programas
y proyectos que tengan un enfoque de género. Este enfoque debe promover la
eficiencia y la identificación de las oportunidades para mejorar la
redistribución de género y la equidad. Implica que las necesidades de las
mujeres dejen de ser analizadas aisladamente para ser parte integrante de un
análisis de las relaciones de género en los hogares, en la comunidad y en las
instituciones, buscando un desarrollo humano equitativo y superando las
desigualdades estructurales, buscándose el empoderamiento de las mujeres y de aquellos
en desventaja.
Finalmente, se considera que tanto mujeres como
hombres deben participar en la identificación, diseño y ejecución de sus
propios proyectos sociales.
Bibliografía
GIZ. (2013). Preguntas
frecuentes sobre el análisis de género. Eschborn, Alemania.
KIDEITU, R. (2007). Guía para la incorporación del enfoque de género en
los proyectos de empleo y formación. Gobierno
Vasco, España.
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